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jueves, 3 de octubre de 2013

La BEBETECA en el Consejo Escolar

En la última reunión del Consejo Escolar, nos comentaron que en la actividad de Bebeteca, que se ha realizado desde que se creó la escuela y que consistía en que los niños elegían un libro para llevarlo a casa y compartirlo con sus padres el fin de semana, había libros que volvían dañados. Nos trasladan a los padres la responsabilidad de que los libros estén en mal estado porque algún niño juega con el material sin supervisión de los padres y vuelven rotos, pintados… No nos dijeron sin embargo, y pese a preguntarlo, en qué proporción sucedía. Dado que entendemos que los libros, por el propio uso, acaban estropeándose, pero habría que analizar en qué medida se les da mal uso y si es realmente algo reiterado.

Nosotras planteamos cada una nuestra opinión, todas tenemos 3 o más hijos y sabemos que estas cosas ocurren muchas veces aunque estés muy pendiente, pero en ningún caso comentamos nada de eliminar la Bebeteca, si no todo lo contrario, nuestro interés es que se realice y para ello dimos propuestas.  La queja que realizamos era que el objetivo que ponen a las familias, con respecto al material que nos envían,  es alto, ya que son niños y algunas de nosotras creen que no solo deben leerse con los padres, si no manipularlos y para ello es inevitable que se rompan, por ello propusimos que el préstamos se hiciera con libros “resistentes” y adaptados a sus edades. Siempre es más duradero un libro de tela, goma o cartón que uno de hojas normales. También creemos que todos aquellos cuentos que tienen pestañas, desplegables o similares no son apropiados para llevarlos a casa.

Desde la dirección de la escuela propusieron realizar un taller para familias en la que los padres reparasen los libros que se rompen debido al mal uso en la Bebeteca, y como no creíamos que este taller fuese a interesar a los padres, propusimos, por ejemplo, pedir más donaciones de libros a las familias especificando las características que hemos comentado antes de libros “duraderos”, así como que NO tenían que ser libros nuevos, para que así hubiera más familias animadas a dicha donación.

Si queréis alguna aclaración, hablad con cualquiera de nosotras, estaremos encantadas de explicar lo que necesitéis.

También se agradecen propuestas de cómo creéis que se puede llevar a cabo esta actividad de la manera más productiva para todos. El primer año el préstamo se hacía con ayuda de los padres, dos días por semana a las 4 en el propio aula de Bebeteca. Un papá/mamá voluntario se encargaba de anotar los préstamos, y todos los niños iban acompañados por sus papás para elegir el cuento. Parece que además de haber pocos voluntarios para anotar, muchos papás no pasaban por la Bebeteca a elegir el cuento para los niños, quedándose éstos sin libro para compartir en casa el fin de semana. Por eso, desde hace dos años, el préstamo lo hacen las profesoras en el aula como parte de las actividades del viernes. Luego los papás recogen la carpeta con el cuento del casillero y lo devuelven los lunes. ¿Se os ocurren otras alternativas?

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